¿Dónde Están Ahora?
Lucas 16: 19-31
Hay mucha gente que quiere saber que les sucede a las personas cuando mueren. ¿Dónde, y como están? Esta pregunta o causa no es algo de hoy. Pablo escribió a los cristianos de Tesalónica para que no sean ignorantes “acerca de los que durmieron” (1 Tesalonicenses 4:13). El dormir fue una metáfora de la muerte. Jesus uso para describir a Lázaro (Juan 11:11).
Lucas describió la muerte de Esteban como dormida (Hechos 7:60). Pablo describió la muerte de David en el Antiguo Testamento de la misma manera (Hechos 13:36). Cuando la gente hace la pregunta, “¿Dónde está mi ser querido ahora?” después de la muerte, no esta preguntando por el cuerpo. El cuerpo se queda en la tumba. ¿Y la persona inmaterial? La Biblia da la respuesta en una historia contada por Jesus.
En Lucas 16, tenemos la historia de Jesus sobre dos hombres. Un hombre rico y un hombre pobre llamado Lázaro. El hombre rico estaba cubierto de purpura y lino fino. El pobre estaba cubierto de llagas. Al hombre rico le fue bien. Lázaro subsistió solo en migajas. El hombre rico tenia muchos sirvientes. Lázaro solo tenía perros para cuidarlo.
Lázaro muere primero y su cuerpo fue enterrado en el campo del alfarero (Mateo 27:7). El alma de él fue llevada por los ángeles al seno de Abraham. El hombre rico murió y fue sepultado. Antes de la ascensión de Cristo al cielo, después de Su resurrección de entre los muertos, había un lugar donde las almas de los difuntos iban a la muerte. Había tres divisiones en este lugar (el seno de Abraham, el gran abismo establecido, y Hades).
Lázaro murió y fue llevado al Paraíso, el lugar de la comodidad. El hombre rico murió y fue llevado a un lugar de miseria. El Hades es un lugar donde hay memoria, y un lugar de luto. Ellos fueron a dos lugares diferentes. El rico fue a un infierno intermedio (Hades). Este no es el infierno final y eterno. Aquí residen los incrédulos hasta el momento del Juicio del Gran Trono Blanco. Lázaro fue a un cielo intermedio (Paraíso). Cada creyente que murió antes de que Cristo ascendiera al cielo, fuel al Paraíso. Cuando Jesus ascendió al Padre (Hechos 1:9), las cosas cambiaron en el destino eterno de los justos muertos.
Cuando un incrédulo muere, su cuerpo es llevado a la tumba. El alma y el espíritu son llevados al Hades. Allí permanecen hasta el Juicio del Gran Trono Blanco. Cuando un creyente muere, su cuerpo es llevado a la tumba. El alma y el espíritu del creyente son llevados al Paraíso, al tercer cielo en la presencia de Dios. Allí permanecen en un cuerpo intermedio hasta que se reúnen con sus cuerpos físicos en el Rapto.
Pregunta Personales
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