¿Cómo Superar el Desánimo?

 

La vida cristiana es como una carrera atlética, y a veces los atletas quedan a mitad del camino, otros apenas si comienzan, en otras ocasiones están a punto de terminar y renuncian o se caen, y no se vuelven a levantar; y están los que finalmente llegan a la meta, fueron aquellos que confiaron en Dios, que perseveraron porque se fortalecieron en el poder del Señor.

La palabra desmayar aparece por ejemplo en Deuteronomio 7:21.  Desmayar es una palabra traducida del hebreo “arats” que traduce, además: desalentar, temer, desmayar.  El contexto de esta palabra nos enseña que el pueblo de Israel estaba a punto de entrar a conquistar la tierra prometida.  Lucharían contra grandes ejércitos, cuidades amuralladas, pero Dios les daría la victoria, ellos solamente deberían avanzar.  Así como la mejor estrategia para vencer el desánimo es continuar avanzando.  La perseverancia en la batalla te hace cada vez más fuerte.

En el griego la palabra desmayar también indica: debilitarse, fatigarse, perder el ánimo, dejar ir.  Hablamos entonces de una actitud en la que la persona se resigna, pierde el valor o coraje de luchar, dejar ir su esperanza, renuncia a hacer algo.

¿Qué factores producen el desánimo?  Consideremos el ejemplo de Israel en Números 21:4-5.  En nuestro caminar encontraremos obstáculos que superar.  Israel atravesando el desierto (figura de crisis, dificultades, luchas); no había contentamiento con la provisión de Dios para ese momento (ellos decían: “este pan tan liviano”); y su visión era de fracaso total (decían “nos sacó para morir”).  Las dificultades, o disciplina de Dios no asimiladas debidamente nos pueden hacer murmurar contra la voluntad divina y traen desanimo.

Veamos otro momento de Israel como Dios anima a Josue en Josue 8:1.  En el contexto Josue fracaso en el primer intento por conquistar la ciudad de Hai, esto debido al pecado de Acan.  Ahora debe volver contra la cuidad y tomarla, pero Dios viene a alentarlo.  A veces el desánimo viene por las experiencias traumáticas (fracasos o momentos dolorosos) del pasado, es el miedo a intentarlo de nuevo.  Pero con Dios podemos vencer los temores e intentarlo otra vez.

Actitudes correctas para vencer el desánimo:

Confía en Dios (Salmo 27:13)

La incredulidad alimenta el desánimo (Salmo 27:14)

Llena tu mente con palabras de Dios (fortalece tu fe y esperanza)