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Buscando a Dios en Oración y Ayuno Parte 1

 

Por diversas razones y ocupaciones descuidamos el tiempo de buscar al Señor.  Dios quiere hacer cosas poderosas en cada una de nuestras vidas y familias, es tiempo de buscar Su presencia y rendir nuestro corazón para ver Su gloria y poder a nuestro favor como nunca antes ha sido.

Definiciones del ayuno.  Tanto en el hebreo como en el griego (es decir en el Antiguo y Nuevo Testamento) ayunar es básicamente abstenerse de alimento.  Esta relacionado con un tiempo para buscar a Dios, Su poder y Su obra en el corazón humano.

Ayuno es: tiempo de entrega a Dios (es rendir nuestra vida y propósito a Él).  Tiempo para buscar la presencia de Dios (es procurar la renovación espiritual).  Tiempo para limpiar el corazón (es evaluar por el Espíritu Santo la condición profunda de nuestro ser para arrepentimiento).

El ayuno es un tiempo en el que se procura la intervención divina (busca la obra poderosa de Dios en diversidad de situaciones).  Recordemos que Jesus dijo: “este genero no sale sino con oración y ayuno.”  Entonces hay situaciones que requieren fortalecer la oración con ayuno.

El ayuno debe tener objetivos.  La Biblia contine muchos ayunos, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, y todos tuvieron resultados maravillosos.  Cada ayuno estuvo asociado a una razón o motivo.  Por ejemplo:

a) Nínive ayuno y se arrepintió para evitar el juicio de Dios sobre la ciudad y el Señor los perdono.
b) Esther y los judíos ayunaron para ser salvados del decreto real que los llevaría a la muerte y fueron no solo librados, sino que su enemigo termino en la horca.
c) El Señor Jesus ayuno antes de comenzar un ministerio sobrenatural y poderoso, también allí enfrento al tentador y el Maestro fue vencedor.
d) En el Nuevo Testamento Pablo y Bernabé oraban y ayunaban para establecer los pastores en las iglesias de aquel entonces (Hechos 14:23), etc.

Un ayuno para protección (Esdras 8:21-23, 31-34).  Ellos ayunaron por varias razones, nos dice la Biblia por: “nosotros, por nuestros niños y por nuestros bienes.”  Debemos orar y ayunar por nuestras familias y aun por los bienes que Dios nos ha dado.  Ellos llevaban no solo el patrimonio familiar, sino el tesoro para la reconstrucción del templo.

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