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La Victoria

 

Pero se levanto una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba.  Y el estaba en la popa durmiendo…y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos?  Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece.  Y ceso el viento, y se hizo grande bonanza.  Marcos 4:37-39

Sabemos que las tormentas pueden llegar de un momento a otro.  El mar de Galilea es un gran lago de agua dulce.  La temperatura del aire es más cálida allí que en las mesetas y montañas que están alrededor debido a su bajo nivel del mar.  Fuertes vientos llegan del monte Hermón.

El monte se encuentra hacia el norte.  La cima de este está coronada de nieve.  Esto hace que haya trastornos atmosféricos.  Esto promueve la formación de tormentas inesperadas.  En nuestras vidas puede suceder esto ya que aparecen las dificultades o crisis cuando menos lo esperamos.

Ante cualquier tormenta en nuestra vida, nuestra experiencia y capacidad pueden ser impotentes.  Los discípulos conocían bien el lago, y seguramente habían calculado que la noche estaba bien para viajar por el lago.  La Biblia dice que se levanto una gran tempestad.  Cuando nuestra experiencia y capacidad son impotentes ante ciertas tormentas de la vida, solo Dios nos puede ayudar e intervenir con un milagro.

Debes de depositar tu confianza en Dios.  La actitud ante cada tormenta es fundamental.  El Señor Jesus dormía pues el estaba confiado en la protección de Su Padre.  Esa certeza produce paz y confianza.  La incredulidad de los discípulos embargo sus corazones y se llenaron con mucho temor.

Ahora, el antónimo de la fe es el temor.  La Palabra de Dios alimenta nuestra fe.  Las palabras de fracaso alimentan el miedo.  El Señor puede usar tu boca como instrumento para vencer cualquier tormenta.  El Señor Jesus le hablo a la tormenta con poder y autoridad.  ¿Cómo hablas tu cuando estas en medio de la tormenta?  Tus palabras pueden alimentar la tormenta o pueden desaparecerla.

Hay poder en las palabras de tu boca.  Jesus ejerció la fe y la autoridad.  El Señor le hablo a la tormenta, ejerciendo Su poder y declarando palabras de bonanza.  Este es un termino traducido del griego “galene.”  Significa, además: calma, gozo, raíz de sonreír.

Ten muy presente que detrás de la tormenta hay una gran victoria.  El plan del Señor Jesus era ir al otro lado del mar de Galilea.  Allí El realizo uno de los mas grandes milagros en Su ministerio.  Podemos estar caminando en el propósito de Dios y encontrarnos con una tormenta.  Las tormentas vienen para distraerte, para evitar que avances, para producir miedo, dudas e incredulidad y hacerte retroceder.

Pero hay una gran conquista.  Hay un gran milagro.  Por esto debes de avanzar.  Dios tiene para ti grandes y nuevas cosas.

1 comentario:

  1. Amen , asi es hay q seguir adelante Dios bueno en todo tiempo Dios es bueno 🙌🙏

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