Noticias de última hora

La Resurrección Parte 4 de 4


 

Ahora esto es algo que frustró a los corintios.  Realmente los frustro.  Estos decían, un momento cómo puede aquello que fue puesto en la tierra, que se descompuso y se desintegró, cómo puede ese cuerpo ser así.  Porque el mismo poder que levantó a Jesucristo de entre los muertos puede hacer surgir de la tierra todos los elementos que parece que ya no existan y juntarnos de nuevo y darles una nueva forma en el cuerpo resucitado en el cual habita su personalidad, suyo verdadero.  Esto que llamamos cuerpo, que es donde vivimos, no es suyo verdadero.  Usted podría tomar su personalidad ponerla en otro cuerpo y ese cuerpo comenzaría a actuar como usted lo hace porque ese es suyo verdadero.

 

Vayamos ahora al capítulo tres de Filipenses por un momento.  En los versículos 20 y 21, Pablo aclara estas cosas a lo largo de sus epístolas.  Los versículos dicen: “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformar el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.”  Dice que Dios transformara a nuestros cuerpos para que sean como el cuerpo glorioso de él lo cual significa que ese cuerpo tendrá la capacidad de irradiar el brillo, el resplandor, y la gloria de Jehová Dios y con ese cuerpo estará adaptado perfectamente para vivir en una atmósfera celestial por toda la eternidad sin conocer limitaciones.  

Es interesante que en toda la palabra de Dios solo en el Nuevo Testamento se nos habla acerca del cuerpo resucitado de los hijos de Dios. Y sabía que no hay una sola palabra el Nuevo Testamento sobre el cuerpo resucitado de una persona perdida.  ¿Sabe por qué?  Creo que la implicación de eso es que la forma en que muere es la forma en que va a ser resucitado.  Si murió a los 65 años, resucitara a los 65.  Si murió con arrugas, resucitará con arruga.  Y si murió joven, resucitará joven.  ¿Y luego qué?  

Pasará la eternidad en el mismo cuerpo resucitado.  ¿Pero cómo será?  Será un cuerpo resucitado capaz de sufrir dolor.  Un cuerpo resucitado capaz de sufrir todas las cosas que se permitió aquí y ahora con el juicio de Dios sobre él.  Se imagina tener que vivir con esto por toda la eternidad.  No es casualidad que Dios no nos dé una sola palabra que describa el cuerpo resucitado de una persona perdida.  Solo dice que resucitará.  Pero nosotros, que somos hijos de Dios, seremos resucitados con un cuerpo celestial adaptado a una atmósfera celestial totalmente diferente y sin saber delimitaciones.  

Si muriera hoy quisiera decirle que no hay una segunda oportunidad.  Todo esto de la segunda oportunidad es producto de la imaginación equivocada de alguien porque no hay una segunda oportunidad.  Cuando usted muera en Cristo, tiene la promesa en la esperanza de la resurrección.  Si mueren sin Cristo, tiene la promesa de una resurrección, pero una resurrección al juicio y a la muerte eterna.  La Biblia enseña que el mismo cuerpo terrenal de siempre será capaz de durar por toda la eternidad, sufrir por siempre y nunca morir como la zarza que ardía frente a Moisés que se quemaba sin consumirse.  ¿Se imagina pasar la eternidad en algún lugar y sufrir y no poder morir?

No hay comentarios