La Resurrección Parte 3 de 4

 

El versículo 46 dice: “Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.”  Es decir, primero llegamos a este mundo con un cuerpo natural, un cuerpo físico, adaptado a este entorno.  Luego dice que después de este cuerpo animal o natural, recibiremos un cuerpo espiritual.  Y nuestros cuerpos resucitados definitivo y eterno no será nuestro hasta que Dios resucite los cuerpos de sus Santos, en ese día, que es en lo que se habla en 1ª Tesalonicenses capítulo 4.  Cuando resucite el cuerpo, ¿Qué cuerpo será?  Pues Dios no me dará eternamente un cuerpo que este desconectado de este y que no se parezca a él.  Pablo dice que cuando se planta la semilla, ¿que brota?, lo que brota de esa semilla que murió proviene de ella mismo.  Habrá una similitud en su aspecto.  Tendrá su origen en ella, pero será diferente en su esencia.  Y lo que dice qui es lo siguiente: Obtuvimos primero nuestro cuerpo físico de Adán y obtendremos nuestro cuerpo espiritual del Señor Jesucristo a pesar de lo diferentes que será.   

Veamos lo que dicen los versículos 47 y 48: “El primer hombre es de la tierra terrenal; el segundo hombre, es el señor, es del cielo.  Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cuál el celestial, tales también los celestiales.”  aquí habla de los Santos y lo que ha dicho hasta ahora es esto el cuerpo resucitado provendrá fundamentalmente desde este cuerpo.  Será diferente pero su similitud con él y su personalidad serán iguales.  Solo que será una personalidad redimida totalmente perfecta que vivirá en un cuerpo que se adaptará a un ambiente totalmente nuevo que durará para siempre y será incorruptible, honroso y reflejará la gloria de Dios.  Además, será espiritual en sustancia.  El cuerpo resucitado, aunque sea totalmente diferente, tiene su verdadera raíz en el mismo cuerpo que tenemos aquí en la tierra.  

 

Veamos ahora el versículo 49: “Y así como hemos traído (o llevados con nosotros) la imagen del terrenal,” es decir todos somos personas terrenales.  Esto es, nuestros cuerpos son cuerpos físicos y nos vemos como Adán se veía.  Estamos hechos como Adán y traeremos también la imagen del celestial.  Así que lo que dice sencillamente es esto: este cuerpo que tenemos aquí es como el cuerpo de Adán, pero el cuerpo que tendremos, el cuerpo resucitado, será como el cuerpo de Jesucristo.  La Biblia dice que cuando él se manifieste, cuando venga otra vez, vendrá con voz de mando con voz de Arcángel y con trompeta de Dios y los muertos en Cristo resucitarán y más adelante en este capítulo dice sucederá.  

 

Pablo dice que estos cuerpos resucitarán en un momento en un abrir y cerrar de ojos y se transformarán a la semejanza del cuerpo de Jesucristo lo cual significa que, así como él pudo aparecer y desaparecer también nosotros podemos hacerlo.  Así como pudo volar a través del espacio, también nosotros podremos volar a través del espacio.  No habrá limitación de tiempo y espacio.  Comeremos cuando queramos comer y caminaremos a través de la materia lo cual no tendrá importancia.  El cuerpo glorificado en Jesucristo no tendrá restricciones porque en un cuerpo resucitado y adaptado al nuevo ambiente que es la eternidad y Dios dice que ese es el cuerpo resucitado que Dios ha provisto para todos sus hijos.