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El Señor es Mi Fortaleza

 

Dios es protección y provisión para Sus hijos, el Señor es la fortaleza del creyente.  La palabra fortaleza en el texto de hoy (Habacuc 3:19), es traducida del termino hebreo “Kjail,” que significa: facultad o “potencialidad,” capacidad de hacer o de producir.

Con cierta frecuencia el termino aparece en un contexto marcial.  Se trata de la “fuerza” física, de la “potencia” y capacidad de desempeñarse bien en el campo de batalla.  “Fortaleza” nos habla primeramente de la fuerza de Dios que viene sobre el creyente y lo capacita para vencer en medio de la batalla espiritual, pues en El somo más que vencedores.

(Habacuc 3:19).  En el Antiguo Testamento los términos “ciudad” y “fortaleza” era virtualmente sinónimos, pues las cuidades a causa de los enemigos debían construirse en sitios estratégicos (lugares altos) y rodeados de murallas.

Nuestro Dios es nuestra fortaleza, pues nos guarda y protege del enemigo, David vivió esta verdad cuando huía del rey Saul y Dios lo libro, y por eso canto (Salmo 18:2).

Cuando logramos depositar nuestra confianza en Dios, le adoramos y seguimos en medio de las dificultades, y perseveramos en El, el Señor no solo es escudo alrededor nuestro, en El somos inaccesibles para el enemigo.

Reflexionemos ahora en la frase: “el hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar.”  Esto nos permite concluir que con el poder de Dios podemos caminar en victoria y ser intocables para el enemigo.

Los ciervos de las montañas palestinas se destacan por su gracia y ligereza, con sus patas tienen la habilidad de saltar y correr entre las pendientes rocosas (“alturas”).

El macho suele vivir en solitario, mientras que las hembras, junto con los ejemplares más jóvenes y crías, se organizan en rebaños que pueden ir desde tres ejemplares a más de veinte, por ser las hembras las que finalmente se encargan del rebano, nos dice el texto: “Dios hace mis pies como de ciervas.”

Las ciervas en las zonas altas, escarpadas y pendientes se sienten más seguras, pues difícilmente los depredadores (osos, leones, lobos) pueden alcanzarles para devorar sus crías.  Así pues, Dios nos da la capacidad de caminar por sendas seguras, y de rectitud donde el enemigo no nos puede tocar, ni alcanzar.

Como el profeta Habacuc, nosotros podemos confiar en Dios en todo tiempo, esa confianza en El produce gozo en nuestro corazón, pues sabemos que Dios nos sostendrá y fortalecerá, y el nos impulsara para caminar en victoria.

1 comentario:

  1. Amen🙏🙌 asi es Dios nos ha sostenido. Y seguimos adelante x q el es quien da la victoria gracias a el 🙏

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