Lidiando Con Las Ofensas y El Rechazo

 

Dios quiere confortar nuestra alma a través del perdón.  La voluntad divina puede ser interpretada en la comunión con su Santo Espíritu.  Tal como la Biblia dice en Juan 10:24-27.  Tenemos que buscar a Dios y aprender a distinguir Su voz para poder seguirla.  Los pasajes palestinos son adornados con la figura del pastor y sus ovejas, él es quien las cuida, las protege, las guía y las sana.

¿Como puedes superar las ofensas y el rechazo?  En primer lugar, podemos hacerlo a través de la unción del Espíritu Santo.

El aceite de oliva era usado para la sanidad de las heridas.  El pastor aplica el aceite a las ovejas cuando sufren por los fuertes rayos del sol, o por haberse rasguñado en algún arbusto espinoso o en las heridas causadas por el oso y el león.  También el pastor aplicaba el aceite en los ojos y oídos de las ovejas para que los insectos no las molesten ni pongan sus huevos allí.

Posiblemente por eso en el Salmo 23 que titula “Jehová es mi pastor” el rey David dijo: “unges mi cabeza con aceite.”  Todo esto es figura del cuidado que el Señor tiene por nosotros.  Recodemos que el aceite es símbolo de la unción del Espíritu Santo.

La unción del Espíritu Santo sana a los quebrantados de corazón.  Jesus lo dijo en la sinagoga de Nazaret “El Espíritu del Señor esta sobre mi para… sanar a los quebrantados de corazón.”  Es muy interesante considerar que lo dijo en una sinagoga pues el auditorio era judío, pueblo de Dios, a pesar de esto había allí corazones quebrantados.

Lamentablemente, las heridas que mas dolor producen son de aquellas personas cercanas y queridas, de familiares y personas de confianza.  Tal vez son golpes intencionales o no, provocados por una palabra o una mala actitud.  Pero lo cierto es que no es lo mismo que un desconocido nos falte el respecto o a la honra, a que lo haga alguien a quien le hemos abierto el corazón.  En todo caso Jesus nos manda a perdonar y orar por aquellos que nos ofenden.

Evita la mala administración de las ofensas.  No ignores el dolor causado (cuando pretendemos que no pasa nada, aunque por dentro estamos destruidos).  No minimiza la realidad de lo ocurrido (es cuando queremos convencernos de que lo sucedido no es de mayor relevancia, cuando en realidad eso nos esta llevando a tomar malas decisiones).  No proyectes el trauma y dolor en tu futuro (es aceptar que lo hemos sufrido ha causado mucho daño, pero que no es tiempo de resolverlo, sino que esperaremos que en el futuro se solucione por si mismo).  No huyas o escapes (esta actitud da lugar al resentimiento y a la amargura de corazón e impide madurar, y mantiene cautiva a la persona a su pasado).

Dios prepara el tiempo y el momento para que hablemos, en lo posible, con las personas que nos ofendieron o lastimaron, para arreglar el asunto pendiente, este dialogo tiene como base el perdón sincero.

Cuidado con la raíz de amargura.  Esta es una raíz que crece en el corazón del hombre y como una planta parasita acaba con la vida, la paz y el gozo de la persona.  La amargura estanca el crecimiento e impide el fluir en lo que Dios nos ha otorgado.

Una persona con un corazón lleno de resentimiento, o con una raíz de amargura, es alguien que no puede ser estable en sus emociones.  Su presente y futuro esta marcado por el dolor del pasado.

Decide sanar tu corazón a través del perdón, no permitas que el dolor lo gobierne.  Permite a Dios trabajar en tu corazón, permite que el aceite del Espíritu Santo se derrame sobre tu vida, no permitas que las trampas del enemigo estorben lo que Dios tiene planeado para ti, el Señor Jesus quiere ungirte, el Espíritu Santo, quiere aplicar sus aceite en tu corazón.