Abre Los Cielos Mediante la Oración
Por diversas situaciones críticas o difíciles puede aparecer el desánimo, y este viene con el desaliento espiritual afectando hasta la vida de comunión con Dios. Pero debemos tener en cuenta que a lo largo de la Biblia los milagros generalmente fueron el resultado del clamor o de la oración.
En muchos tiempos de angustia que Israel vivió el Señor manifestó Su poder, pero esa obra de Dios fue generada por el arrepentimiento y la oración del pueblo de Dios.
El oído del Señor siempre está dispuesto para oír a Su pueblo y salvarlo, debemos tener presente que la Biblia nos dice: “no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni Su oído se ha hecho sordo para escuchar.” Dios es fiel y oye a Sus hijos.
(Lucas 3:21-22) Es necesario desechar el orgullo de nuestro corazón. La Biblia nos enseña que Juan el bautista estaba ejerciendo su ministerio, es decir estaba bautizando en el rio Jordán, y también el Señor Jesus obedeció bautizándose allí.
Es muy importante tener en cuenta que la autoridad delegada por Dios para aquel momento era Juan el bautista, y el Señor Jesus acepto y reconoció eso. No basta con tener buenas intenciones, es necesario aceptar con gozo el diseño y los tiempos de Dios.
Es muy significativo aquí el nombre del rio “Jordán” pues esta palabra significa: “el que desciende,” ya que la mayor parte del curso del rio esta por debajo del nivel del mar. En sentido figurado podemos concluir que Jesus bajo o descendió en obediencia a su Padre celestial.
Esto implica humildad y sometimiento, es fundamental para promover la obra de Dios descachar el orgullo y rendir el corazón a la voluntad divina.
La oración genera acciones sobrenaturales (Lucas 3:21b). Cuando en la tierra los hombres realizan acciones agradables a Dios, El manifiesta Su gloria y poder. En este caso pro ejemplo el Padre celestial expresa el gozo que tiene ante las acciones de Su Hijo. Además, nos dice el pasaje: “el cielo se abrió”, los cielos se abren, el Espíritu Santo descendió sobre El, y el Padre celestial manifiesta Su gozo y dando testimonio de Su Hijo.
En la Biblia los cielos cerrados generalmente estaban relacionados con tiempos de sequía, entonces era sinónimo de aridez, muerte de ganado, perdida de cosechas, era tiempo de escasez.
Además, escaseaba la palabra de Dios, como el tiempo en el que el profeta Elias por orden del Señor estuvo escondido tres años y medio. Pero acercarse a Dios y clamar promueve la apertura de los cielos y un mover maravilloso del Espíritu Santo.
Cuando fortalecemos nuestra vida de oración también se fortalece la capacidad de obedecer al Señor, el corazón es mas sensible a la voz de Dios y ante la perseverancia en oración el Señor abre los cielos y derrama Su gloria. No dejes de orar, Dios se glorificara en tu vida.
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