Principios Para Triunfar Parte 1

 

Con frecuencia escuchamos frases como: “era muy difícil,” “siempre quise, pero no pude,” “me canse y deje todo tirado,” “para tantos problemas mejor no hice nada,” “tan bueno haberlo logrado” etc.  Dios nos enseña a lo largo de la Bíblica que el ser humano debe esforzarse y perseverar.  Cuando el Señor delegaba un desafío a cualquiera de Sus hijos siempre le recordaba que debía perseverar, que las cosas no llegarían solas y siempre les decía: “no desmayes, yo estoy contigo.”

Persevera en la visión.  Mantenernos enfocados en la visión se llama concentración, y esta es fundamental para alcanzar las metas.  Estar concentrado es estar enfocado, es decir tener la mira determinada en la visión.  La ausencia de concentración provoca grandes perdidas y el fracaso de grandes proyectos.  Por ejemplo: una carrera universitaria a medias, el sueño de la casa que no se logra, entre otros.  ¿Cuál debe ser entonces la visión?  Hebreos 12:2ª nos dice: “puestos los ojos en Jesus, el autor y consumador de la fe.”  Debemos poner nuestros ojos en Jesus.  Esto es vital, ya que todo tu ser avanzara hacia lo que veas y anheles.

Nuestra visión debe ser el Señor Jesus, porque es “el autor y consumador de la fe,” es decir en Cristo inicia nuestra fe, y en Él se perfecciona y se afirma.  La verdadera fe no se basa en emociones sino en la misma persona de Jesucristo.  Nuestra visión en Cristo y aquello que El ha diseñado para nuestra vida.

Volara el poder de la renovación (Hebreos 12:1).  El apóstol nos habla usando la figura de las competencias atléticas en el estadio.  Destaca la importancia de correr con paciencia, entonces no se trata de quien llega primero, sino de llegar.  Ante la fatiga, cansancio, batallas, desanimo, etc., debemos ir a Jesus porque El es nuestra visión, es quien corrió y sabe como hacerlo, y por ser Dios no solo nos enseñará, sino que nos dará nuevas fuerzas para continuar y llegar.

Conserva la inspiración (Hebreos 12:2b).  Podemos definir la inspiración como aquello que te anima, impulsa y alienta para hacer o continuar algo.  En este caso la Biblia nos expone el ejemplo de Jesus y dice: “por el gozo puesto delante de él,” la palabra “gozo” aquí también significa: deleite, alegría, al considerar los resultados y alcances de Su obra.

Fue este gozo el que dice la Biblia llevo a Jesus a sufrir la cruz y a menospreciar el oprobio (esto es vergüenza, humillación, etc.).  El Señor sabia que al terminar Su obra se sentaría a la diestra del Padre, salvando a millones y millones  de personas y este era Su gozo.  Esa fue Su inspiración, y esta lo hizo mas fuerte aun para soportar toda adversidad y dificultad.